Alrededor de 8 de cada cien niños y niñas dominicanos tienen retardo irreparable por una falta de atención específica al tema de la alimentación. Los problemas del hambre y la desnutrición requieren políticas específicas.
SANTO DOMINGO, DN.-El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas advirtió que los problemas de hambre y desnutrición en la República Dominicana son crónicos, y con frecuencia son ocultados dentro del tema de pobreza.
El economista Pável Isa Contreras, Oficial a cargo del PMA en el país, sostuvo que es imprescindible que esta problemática emerja, que sea explícita, de tal forma que se diseñen y se pongan en práctica políticas adecuadas que ataquen directamente el problema y no sólo a través de las políticas generales de combate a la pobreza.
"Según la FAO, en la República Dominicana más de 2 millones de personas (el 27% de la población) padecen de hambre, es decir, consumen una cantidad de calorías inferior a la recomendada para mantener una vida sana y activa”, explicó el especialista.
Sostuvo que el problema de la desnutrición crónica infantil se ha agravado en los últimos años, y según estadísticas oficiales, luego de una tendencia a la baja durante los 90, la presente década refleja un aumento de la incidencia de la desnutrición crónica con un 6.1% en el 2000 hasta alcanzar 7.2% en el 2006.
“Esto significa que entre 2000 y 2006, el número de niños/as desnutridos/as creció alrededor de 20,000. De mantenerse esta tasa de incidencia, cada año el número de niños/as desnutridos/as crecerá en 2,500”, resaltó Isa Contreras.
Citó datos de las investigaciones ENDESA 2002 y ENHOGAR 2006, que demuestran que entre el 7% y el 9% de los niños y niñas entre 0 y 3 años de edad en la República Dominicana están crónicamente desnutridos.
“Eso significa que debido a deficiencias alimentarias y nutricionales entre 56,000 y 74,000 niños/as tienen un irreversible retardo en el crecimiento y en las capacidades de aprendizaje y desenvolvimiento productivo. Los/as niños/as desnutridos/as de hoy serán, indefectiblemente, personas con deficiencias intelectuales irreparables”, señaló.
Dijo que aunque las zonas rurales tienen un mayor índice porcentual de desnutrición crónica (según ENHOGAR 2006, 8% en la rural y 6.7% en la urbana), es en las zonas urbanas, especialmente en la Provincia Santo Domingo, donde se concentra la mayor cantidad de niños/a desnutridos/as.
Recordó que la eliminación del hambre y la desnutrición constituye un compromiso del Estado dominicano en el marco de los Objetivos del Milenio, y para lograrlo se requiere de políticas específicas que complementen las políticas generales de reducción de pobreza.
“No debemos esperar a que los programas de reducción de pobreza logren incrementar los ingresos de las familias pobres para que éstas estén capacitadas para comprar los alimentos que requieren. El hambre y la desnutrición no esperan, y sus consecuencias son devastadoras”, sostuvo.
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